Córdoba, Argentina se conmocionó casi por completo y profundamente, luego de conocer la noticia de que una joven se quitó la vida tras llevar años siendo víctima de abuso sexual en su propio hogar. El principal sospechoso es su padre, de acuerdo a las denuncias de familiares, amigos y vecinos.
La joven respondía al nombre de Julieta Tapia, quien este lunes iba a cumplir 22 años, sin embargo, no los cumplió, pues de acuerdo a testimonios allegados a ella, el suicidio vino después de que empezó a contar todo el calvario del que había sido víctima desde hace algunos años.
«Juli no aguantó más», dijo Paula, una de sus amigas al portal El Doce, donde aseguró que » “hace dos años ella empezó a contar todo. No solamente a mí, sino también a otros vecinos. Intentamos ayudarla».
Ignorada por las autoridades
Paula también contó que Julieta se acercó sin respuesta a las oficinas de las autoridades, mediante una institución creada para la atención, protección y monitoreo de la violencia de género en Córdoba, denominada Polo de la Mujer.
“Juli fue varias veces al Polo de la Mujer, pero siempre desestimaron su caso. El padre la medicaba y ella llegó a estar internada en un hospital neuropsiquiátrico” contó con tristeza.
La víctima era conocida en el barrio por muchos de sus vecinos, quienes le tenían cariño. Se dedicaba a la la confección y reparación de ropa y todavía antes de la pandemia del coronavirus emigró de esa localidad para ir a Buenos Aires. Sin embargo, debido a la pandemia por Covid-19, se vio obligada a estar en Córdoba junto a su agresor.
“Ella estaba media limitada para salir. Hace unos años decidió contarnos algunas cosas aisladas pero fuertes. Ella sufría abusos y el padre la tenía dominada, la golpeaba”, relató su amiga.
Hasta el momento, se desconoce la situación del sospechoso, pero sus familiares y amigos, claman por justicia de este trágico acontecimiento.
HERALDO DE MÉXICO
