Una demanda contra el Servicio de Salud británico (NHS, por sus siglas en inglés) por la prescripción de bloqueadores de la pubertad ha puesto el foco sobre este medicamento, pero ¿qué son exactamente y para qué se usan?
Los bloqueadores de la pubertad son medicinas prescritas a algunos niños que sufren disforia de género, para detener temporalmente el desarrollo de sus cuerpos.
El NHS describe la disforia de género como «una condición en la que una persona experimenta incomodidad o angustia porque hay un desajuste entre su sexo biológico y su identidad de género».
Los medicamentos suprimen la liberación de estrógenos y testosterona, hormonas que comienzan a producirse en cantidades mucho mayores durante la pubertad.
Estas hormonas le dicen al cuerpo que desarrolle elementos como los pechos, el período, el vello facial o una voz más profunda. La supresión de estrógenos y testosterona ralentiza o detiene su desarrollo.
Los bloqueadores también se usan para tratar afecciones que causan una pubertad prematura en niños mucho más pequeños.
¿Por qué se usan?
Según el Servicio de Desarrollo de Identidad de Género británico (Gids, por sus siglas en inglés) -adscrito al NHS-, pausar la pubertad permite dar a una persona joven con disforia de género más tiempo para considerar sus opciones, sin tener que pasar por la angustia adicional de que su cuerpo cambie de una manera que no quiere.
Cuando alguien deja de tomar los bloqueadores, su pubertad se reanuda.
Sin embargo, la limitada evidencia que existe sugiere que la mayoría de los jóvenes que toman bloqueadores de la pubertad para la disforia de género no dejan de tomarlos, y muchos continúan con la terapia hormonal cruzada, que implica tomar estrógenos o testosterona.
Al pausar la pubertad y el desarrollo de los senos o el vello facial, alguien que se somete a una terapia hormonal cruzada puede evitar tener que realizarse posteriormente un tratamiento quirúrgico más invasivo, como extirparse los senos (mastectomía).
Los bloqueadores de la pubertad cuando se usan para tratar la disforia de género solo pueden ser recetados por un especialista.
Se prescriben a niños o jóvenes que ya han comenzado la pubertad. Este proceso comienza a menudo años antes de que aparezcan signos físicos de pubertad y debe ser evaluado por un especialista en hormonas.
¿Por qué están en medio de una controversia?
La acción legal iniciada contra el NHS por una madre y una enfermera se centra en si los niños pueden dar un consentimiento informado para el tratamiento con bloqueadores hormonales.
Las hormonas de la pubertad están vinculadas a cambios no solo en el cuerpo, sino también en el cerebro. Sin embargo, el Gids sostiene que aún no se sabe si el tratamiento bloqueador de la pubertad «altera el curso del desarrollo del cerebro adolescente».
También dice que aún no se conocen todos los efectos psicológicos de este tipo de medicinas.
Algunos datos preliminares de un estudio mostraron que algunos de los que tomaron bloqueadores hormonales reportaron un aumento en los pensamientos de suicidio y autolesión, pero no se pudo establecer si fue por el propio medicamento o había algún otro factor detrás de ese aumento.
Los expertos en ensayos clínicos criticaron el diseño del estudio, pero dijeron que los datos justificaban una mayor investigación.
El NHS dice, en sus directrices clínicas, que las evidencias sobre el impacto a largo plazo de los bloqueadores de la pubertad es «limitada y aún está en desarrollo».
Aunque el NHS los considera un tratamiento «totalmente reversible», dado que la pubertad puede reiniciarse, los bloqueadores también pueden tener consecuencias para la salud a largo plazo.
Por ejemplo, el Instituto Nacional de Salud y la Excelencia Clínica (NICE) enumera una disminución en la densidad ósea como un posible efecto secundario de la triptorelina, el medicamento utilizado por el Gids.
El caso judicial contra el NHS también alega que los bloqueadores de la pubertad pueden afectar la fertilidad y el funcionamiento sexual de alguien, aunque la evidencia al respecto es limitada.
BBC