Comprar medicamentos al extranjero, insuficiente para evadir la corrupción

La sola reforma a la Ley de Adquisiciones avalada hace unos días por el Congreso, no significa que se vayan a obtener medicinas de buena calidad, a bajos precios y sin corrupción, como lo ha asegurado el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Así lo consideran especialistas, quien ven en la reforma, una medida improvisada para resolver el proceso de compras consolidadas que no garantiza una solución efectiva al desabasto y abre otras vertientes para la introducción de medicamentos de baja calidad e inseguros para los mexicanos.

Lo anterior, luego de que hace dos semanas los legisladores aprobaron la adhesión de un párrafo a la Ley de Adquisiciones Arrendamientos y Servicios del Sector Público para poder hacer compras a organismos intergubernamentales sin necesidad de contar con registros sanitarios, mecanismos de competencia o pasar controles de calidad.

Debido a ello, los expertos alertan que de no vigilar la forma en la que se usa la nueva legislación, el país se puede encaminar a tener un sistema de compras que no va a generar ningún ahorro, y por el contrario, genere corrupción, pérdida de dinero y la entrada al país de medicamentos sin registro sanitario, lo que representar un riesgo para la salud.

Xavier Tello, médico cirujano y analista en Políticas de Salud, considera que no existe ningún beneficio con el cambio realizado, pues señala que al no plantearse límites para estas adquisiciones, como podrías ser el que se use solo emergencias sanitarias como la que se vive actualmente por el COVID-19, se presta para prácticas desleales, afecta a las empresas nacionales y genera riesgos al prescindir del registro sanitario.

“No existe evidencia que esto vaya a mejorar las cosas”, sentencia el experto.

Para Carlos Alberto Bautista, especialista en comercio de la Facultad de Negocios de la Universidad la Salle, justamente al no establecer que solo ocurrirán estas compras en periodos de emergencia, se abre la puerta para que se utilice por el COVID y después para cualquier tipo de adquisición.

“Se debió tratar de limitar la facultad del propio poder ejecutivo, así como está, le están dando manga ancha”, señala.

Desde que inició la administración actual, el Ejecutivo ha enfrentado diversos tipos de conflictos con el abasto de medicamentos. En varias ocasiones se acusó a empresas de corrupción y de provocar el desabasto. Uno de estos casos fue el de Laboratorios Pisa , a quien responsabilizó por la falta de medicinas para niños con cáncer.

A raíz de esto, desde el año pasado el gobierno emprendió acciones que le permitieran adquirir fármacos en el extranjero. En septiembre de 2019, importó medicamentos de Francia y en enero de este año, se anunció un decreto que permitía adquirir productos autorizados por organismos reguladores de países como Estados Unidos, Suiza, Canadá o Australia o incluso estar en el listado de precalificación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero no por la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), la autoridad en México.

Los especialistas ven que saltarse este procedimiento acabaría con un “proceso de competitividad abierta” y va a terminar perjudicando a la industria farmacéutica mexicana, porque el gobierno federal es su principal comprador.

De acuerdo con datos de la Coparmex, además del riesgo de inundar al país con fármacos de “dudosa calidad”, comprar medicamentos en el extranjero, podría representar pérdidas por 60,000 millones de pesos para el sector farmacéutico del país y pondría en riesgo100,000 empleos directos y 500,000 indirectos.

“Se abandonó el mejor procedimiento para las compras que son las licitaciones públicas, se privilegió la adjudicación directa en la compra de medicamentos”, dijo en un encuentro con legisladores, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma), Rafael Gual.

Tello agrega que para poder comercializar en el país se requiere obtener un registro de importación, el cual toma hasta 10 meses, y si en este caso se traerán de otras partes, cuestiona cuál será el proceso.

“¿En este caso se va a realizar un trato especial de registro exprés? Eso es jugar chueco, porque a los fabricantes legalmente establecidos en México, les estás dando un proceso largo, mientras que para estas compras extraordinarias, vas a tener un proceso exprés”, enfatiza el analista en políticas de salud.

Estamos haciendo las cosas con opacidad, facilitando la corrupción, violando la ley y quitándole a beneficios a quienes están legalmente establecidos en México.

Xavier Tello, analista en Políticas de Salud.

Bautista, quien trabajó en el sector farmacéutico, coincide con Tello y reitera que hoy cualquier empresa farmacéutica debe tener un registro sanitario, que demuestra la biocompatibilidad y bioequivalencia de los medicamentos y avala que es seguro, y con este cambio los fármacos pueden tener su registro en su país de origen, pero no aquí, lo que afectaría directamente a productores mexicanos.

“(El gobierno) va a comprar con el fabricante, elimina a los intermediarios, pero perjudica a la economía mexicana porque no está comprando a quien genera empleos aquí en el país”, asegura Bautista.

La Canifarma concentra 250 laboratorios y emplea a 650,000 personas.

Para el gobierno es una buena medida, pero para la industria mexicana es una mala medida porque prácticamente no les está comprando.

Carlos Alberto Bautista, académico de La Salle.

Problemas en la distribución

Los especialistas insisten en que la propuesta aprobada por la mayoría de Morena en el Congreso, y aplaudida por el mandatario federal, demuestra una falta de conocimiento de cómo funciona el sector, de logística y de los requerimientos para la distribución, pues una vez que se importen los medicamentos es necesario que lleguen a su destino final.

Los especialistas exponen que la distribución es compleja y tarda tiempo porque requiere un cuidado especial, medidas de seguridad, garantizar cadenas de frío, control de calidad e incluso cadena de custodia, por varios medicamentos controlados.

“El que se piense que esto es lo mismo que distribuir papas y refrescos, es terrible», advierte Tello.

Solución estatal

El presidente López Obrador anunció que justamente este cambio irá acompañado de un sistema de distribución del Estado, para resolver el tema de desabasto de medicamentos de manera integral. Este nuevo organismo será presidido por David León, quien aún está a cargo de la Coordinación Nacional de Protección Civil.

“Esto va acompañado de la creación en México de una distribuidora de medicinas, de equipo médico y de vacunas, una distribuidora para que los medicamentos, los equipos que se compren en el extranjero al llegar al territorio nacional sean distribuidos y lleguen hasta el más apartado pueblo, la más apartada comunidad del país, que no falten los medicamentos”, aseguró.

 

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