Diferencia de clases; la danza de los billetes verdes en el Super Bowl

En un Super Bowl de amplios contrastes se enfrentarán la nómina más onerosa con los 49’s de San Francisco ante la más baja que resultó la de los Jefes de Kansas City.

San Francisco dio un giro de tuerca esta campaña al pasar de una marca de 4-12 en 2018 a ser el mejor equipo de la Conferencia Nacional con 13-3.

La radical transformación en su primera temporada ganadora desde 2013 se dio en medio de la bonanza para muchos de sus jugadores con cuyos contratos adquirió un compromiso de pagar 222 millones 20 mil 320 dólares, sobresaliendo elementos de la defensiva como el novato Nick Bosa, quien cobró este año un bono por firmar de 22 millones 421 mil 356 dólares, lo que lo hace quien más ingresos tendrá de los que disputen el Super Bowl.

 

 

Del otro lado del péndulo se colocaron los Jefes, uno de los equipos más regulares en los años más recientes, pero cuyo éxito no está asociado a jugosos contratos al haber pagado 166,988,667 millones de dólares en contratos.

Su delgada nómina va de la mano con el modesto contrato que devenga todavía esta campaña el estelar quarterback Patrick Mahomes, quien esta temporada recibirá un millón 958 mil 270 millones de dólares en el tercer año del acuerdo que cuatro que firmó en 2017.

El quarterback Jimmy Garoppolo presume uno de los más jugosos acuerdos para un elemento de su posición al recibir 18 millones 600 mil dólares, en el segundo año de su convenio de cinco por 137 millones 500 mil dólares.

Los altos contrastes marcan el camino hacia el Super Bowl en el que uno de los mejores ataques con los Jefes desafiará a una de las más destacadas defensivas como la de los 49’s en Miami.

 

UNA ESTRELLA CON SUELDO BAJO

 

El quarterback Patrick Mahomes, reinante Jugador Más Valioso (MVP), de la NFL, se llevará esta campaña 1.9 millones de dólares de los 16.4 por los que firmó con los Jefes en 2017.

El rendimiento de Mahomes está muy por encima del convenio de novato que todavía lo rige y que estará vigente la próxima temporada, en la que los Jefes están obligados a pagarle 2.7 millones de dólares para saldar los fondos pendientes del arreglo.

Se espera que una vez que termine la campaña venga una negociación para renovarlo y aspire a ser un quarterback con un salario por año que ronde los 40 millones de dólares. En su primera campaña en la NFL recibió la mayor parte de su acuerdo, que incluyó un bono de firma de 10 millones de dólares, al percibir 10.5 millones de dólares de los 16.4 por los que se quedó con los Jefes.

 

 

 

Excelsior

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