¿Cuánto aportamos cada uno de los mexicanos a la economía?

El estancamiento económico de 2019 ha llevado a que, por primera vez en los últimos 10 años, la población esté creciendo a mayor ritmo que el Producto Interno Bruto, razón por la cual el PIB por habitante haya disminuido.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el PIB por per cápita de México se ubicó en 192 mil 908 pesos anuales durante el primer semestre del año, lo que implicó una reducción de 0.8 por ciento en términos reales frente a igual periodo de 2018. Se trata de la primera tasa negativa observada para un primer semestre desde 2009, cuando el indicador tuvo una reducción de 8.6 por ciento real.

ES UNA ALERTA

Para el especialista Gonzalo Hernández Licona que el PIB per cápita tenga tasa de crecimiento negativa ya es una alerta, en particular por el impacto que pueda tener en el objetivo de reducir la pobreza en el país. “La economía mexicana históricamente ha registrado crecimientos muy bajitos. En los últimos 10 años ha crecido 2.0 por ciento promedio anual, y per cápita ha sido 0.75 por ciento promedio, y ha sido muy complicado reducir la pobreza con estas tasas. Ahora con un crecimiento negativo per cápita esta tarea se vuelve todavía más compleja, porque este comportamiento viene de la mano de un menor crecimiento del empleo”, explicó Hernández.

El experto afirmó que el PIB per cápita en 2019 contrasta con el ingreso laboral, que según datos del Coneval a partir de la Encuesta Nacional de Ocupación y empleo del INEGI, ha tenido una recuperación de 2 por ciento real en el primer semestre.

Esta ganancia en el poder adquisitivo del ingreso está influida por el alza en el salario mínimo, lo que ha compensado el menor ritmo del empleo. Por eso la masa salarial, que es la cantidad de personas ocupadas por el salario promedio, también ha aumentado”, expresó.

Sin embargo, dijo que de continuar el débil desempeño económico que lastre el PIB per cápita puede que estas ganancias no sean sostenibles en tiempo y se diluyan rápidamente. “Hasta ahora el efecto del mayor ingreso ha estado dominando sobre el menor empleo, pero de continuar la debilidad del crecimiento per cápita es probable que ese efecto se revierta”.

EFECTO DISTRIBUTIVO

Gonzalo Hernández afirmó que otro factor a tener en cuenta hacia adelante son los efectos distributivos de la actual debilidad económica hacia las personas o regiones más vulnerables.

“En 2009 la crisis provino de EU y afectó a los estados exportadores, pero a Chiapas no le pasó casi nada porque es una región que ni se perjudica ni se beneficia de las dinámicas externas. En la actual desaceleración económica no parece que todo el efecto provenga del sector externo, así que habrá que estar atentos si el menor crecimiento puede golpear esta vez a las regiones más pobres y rezagadas”, expresó.

 

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