Inaceptable ataques en provincia de Idlib en Siria: el Kremlin

Las provocaciones terroristas que se organizan desde Idlib resultan inaceptables y es Turquía la que tiene que acabar con ellas, declaró este lunes el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

Poco antes el presidente de EEUU, Donald Trump, advirtió en su cuenta de Twitter que escuchó que «Rusia, Siria y, en menor medida, Irán están bombardeando brutalmente la provincia de Idlib en Siria y matando indiscriminadamente a muchos civiles inocentes»​​​.

«En Idlib todavía hay un número bastante alto de terroristas y radicales que usan esta concentración tanto para atacar objetivos civiles como para realizar acciones agresivas contra los objetivos militares rusos, esa situación resulta inaceptable», dijo Peskov a los periodistas.

El portavoz señaló que ahora Rusia está cooperando al respecto con la parte turca, «que es precisamente la responsable de garantizar que desde Idlib no se lleven a cabo semejantes ataques».

Peskov recordó que los acuerdos de Sochi incluyen cláusulas referentes a la región siria, agregando que «se está trabajando en esta dirección», y además «se están tomando medidas para neutralizar las posiciones de fuego» de los extremistas que se encuentran en Idlib.

En septiembre de 2018, los presidentes ruso y turco, Vladímir Putin y Recep Tayyip Erdogan, firmaron un memorándum encaminado a solucionar la situación en Idlib, a donde se fueron trasladando los grupos derrotados en la lucha contra el Gobierno sirio que se negaron a deponer las armas.

El acuerdo establece una zona desmilitarizada de 15 a 20 kilómetros en la línea de separación entre la oposición armada y las tropas sirias, libre de terroristas, sin armamento pesado en manos de opositores, y controlada por las tropas turcas y la policía militar rusa.

En la provincia de Idlib hay más de una docena de diferentes grupos armados, los mayores de ellos son alianza de grupos rebeldes proturcos del Frente de Liberación Nacional y el grupo terrorista Frente al Nusra (también conocido como Hayat Tahrir al Sham, prohibido en Rusia).

Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto en el que las fuerzas gubernamentales se enfrentan a facciones armadas de la oposición y a grupos terroristas.

Cientos de miles de personas perdieron la vida en las hostilidades en el país árabe.

La solución del conflicto se busca en dos plataformas, la de Ginebra, bajo los auspicios de la ONU, y la de Astaná (en la capital kazaja, que a finales de marzo pasó a llamarse Nursultán), copatrocinada por Rusia, Turquía e Irán.

 

La Jornada

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